El conseller de Educación, Universidades y Empleo ha afirmado que la libertad de los padres y madres a elegir la educación de sus hijos e hijas está por encima de las imposiciones administrativas.
Apunta la reforma de la Ley de plurilingüismo y la recuperación de las competencias para la inspección educativa.
Valencia – El conseller de Educación, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, se pone “con energía e ilusión” al frente de “la conselleria del futuro, porque el futuro de cualquier país se basa en la educación y en la formación de los jóvenes destinada, como paso final, hacia un empleo de calidad”.
Rovira ha indicado que las nuevas competencias que asume este departamento “enlazan la Educación Infantil, Primaria y Secundaria con la universidad para finalmente conseguir jóvenes con altas cuotas de empleabilidad”.
El nuevo conseller ha realizado estas declaraciones durante el acto de traspaso de carteras, que ha recibido de la anterior consellera, Raquel Tamarit. En su intervención, ha recordado los años que pasó en esta conselleria, como director general de Personal, y ha mostrado su reconocimiento a todas las personas que trabajan en la conselleria y que contribuyen a su buen funcionamiento.
José Antonio Rovira ha avanzado que entre sus prioridades está solucionar “la incongruencia de que a los jóvenes de las zonas en las que la Ley de uso y enseñanza del valenciano les permite la exención del valenciano, al mismo tiempo, la Ley de plurilingüismo les obliga a dar asignaturas en valenciano, en un idioma del cual están exentos. Ese es un agujero de la Ley de plurilingüismo que habrá que solucionar lo más inmediato posible”. Además, ha asegurado que se realizará un planteamiento global de reforma de esta ley.
Otra de las prioridades de su departamento es la libertad de los padres y madres para elegir la educación de sus hijos e hijas. “El derecho a elegir de los padres estará por encima de las imposiciones de la Administración”, ha asegurado.
También ha indicado que los centros escolares seguirán teniendo peso en las decisiones de la comunidad educativa “porque son los que mejor conocen las necesidades del lugar” y ha apuntado que se van a recuperar muchas competencias para la inspección educativa, que en los últimos años ha sido vaciada de funciones, y establecerá procesos menos burocráticos para los colegios porque “los colegios no son oficinas, sino centros de enseñanza”.
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