¿Alguna vez nos hemos cuestionado internamente sobre el verdadero significado de la Navidad en la religión o ideología en la que cada uno creció?
Por Any Altamirano De la novela (Ojos de Jazmín)
Hoylunes – A medida que la Navidad se aproxima, las luces destellan, la algarabía llena el aire y el entusiasmo abraza las celebraciones con amigos, compañeros, vecinos y seres queridos de la familia.
Para aquellos que no tienen acceso a regalos y festividades, observan con tristeza lo que no pueden llevar a sus hogares: regalos y una abundante cena para sus hijos y familia. Comienza entonces el lamento, la culpa y la tristeza por lo inalcanzable, contemplado a distancia, ya sea en un escaparate o detrás de una pantalla de televisión.
¿Alguna vez nos hemos cuestionado internamente sobre el verdadero significado de la Navidad en la religión o ideología en la que cada uno creció? Si nos preguntamos, ¿cuál es el mejor regalo que he recibido en una festividad de diciembre?… la llegada de un hijo, una visita especial, una salida del hospital, un abrazo cálido, un «te amo» o «¿te quieres casar conmigo?», unos dulces envueltos con amor, una bufanda hecha a mano, unos calcetines decorados que nos resguardan del frío, un dibujo de nuestro pequeño hijo(a) o la familia reunida entre risas sinceras y amor. Estos momentos agradables, dulces e inolvidables pueden superar al regalo más ostentoso.
¿Cuál es el valor de un regalo envuelto en el amor más dulce y cálido?… Un regalo intangible, un beso, un abrazo o una palabra de aliento que nos entrega un ser querido o un amigo que nos aprecia. Aunque no tenga nada material que ofrecer, lo recibimos con gran afecto y dulzura.
De esta inmensa riqueza que albergan nuestros corazones, y cobijados por el calor que emana de nuestro ser, cuántos regalos podríamos ofrecer en esta Navidad envueltos en amor, compasión, empatía, alegría, amistad, dulzura y perdón #any_altamirano, #ojos_de_jazmín, #hoylunes,
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