La historia de un amor guardado en silencio, una crónica de anhelos no dichos y un corazón que encuentra la música en sus propios ecos de amor no correspondido.
Por Ehab Soltan… La segunda parte de la novela {LimoneroII}
Hoylunes – En las sombras de un amor no confesado, vivía Daniel, un alma solitaria cuyo corazón latía al ritmo de un amor secreto por Emma, la mujer que había llenado su vida de luz y sombras.
«¿Qué debería decirte sobre ella? Excepto que ella es…», comenzaba Daniel, su voz temblorosa al evocar el recuerdo de Emma. Ella era su amor silencioso, un secreto que vivía profundamente en él, un susurro en la inmensidad de su ser.
Ella, que no podía hablar, le había dado a Daniel una paz que nunca había conocido. «Solía hablarme fácilmente sobre un nuevo amor… eso es normal», recordaba, su corazón encogido por la indiferencia de sus palabras.
Daniel, consumido por su amor no correspondido, vivía cada día en soledad, su alma atormentada desde el día que conoció a Emma. «Vivo mis días como si estuviera solo y sufriera mucho», se lamentaba, mientras el mundo a su alrededor seguía indiferente a su dolor.
«¿Por qué me escondí?», se preguntaba, enfrentando el miedo que había sentido toda su vida, el miedo de perderla si alguna vez confesaba su amor. Había intentado olvidarla, buscar consuelo en otras cosas, pero su corazón siempre volvía a Emma.
«Me extraño… voy y deseo poder verla… incluso en silencio», confesaba Daniel, su corazón anhelando solo un momento más con ella. En su soledad, se sinceraba consigo mismo, «No, seamos hermanos», intentando convencerse de aceptar una amistad que no calmaba su amor.
«¿Qué puedo decirte de ella? Excepto que ella es mi vida», susurraba Daniel, su vida entera girando en torno a Emma, en sueños y en su vulnerabilidad. Noches sin dormir, días de anhelos no expresados, y el sentimiento más difícil: la honestidad con su propio corazón.
«Vuelvo atrás y digo que si lo dijera definitivamente lo perdería», reflexionaba, temiendo que al revelar su amor, perdería incluso la sombra de su presencia. «¿Y si hubiera algo en sus ojos que mi corazón seguramente entendería?», se preguntaba, soñando con un momento de conexión que tal vez nunca llegaría #ehabsoltan, #limoneroII, #hoylunes,
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