Un país que consolida su liderazgo europeo gracias a la coordinación sanitaria, la implicación de las comunidades autónomas y la generosidad de miles de personas que, en vida o tras su fallecimiento, deciden extender la cadena de cuidados que sostiene al sistema público.
Por Any Altamirano
HoyLunes – En España, la donación de tejidos ya no es solo un indicador sanitario: es una expresión profunda de compromiso social, de confianza en las instituciones y de madurez colectiva. Los datos publicados por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) confirman un año excepcional en uno de los ámbitos más silenciosos —y menos conocidos— de la medicina contemporánea. En 2024, un total de 7.429 personas donaron tejidos en nuestro país, consolidando la cifra más elevada registrada hasta la fecha y reforzando la posición de España como referente internacional en materia de donación y trasplantes.
El esfuerzo conjunto de donantes, familias, profesionales sanitarios y administraciones públicas ha permitido alcanzar 54.474 implantes de tejidos en diferentes especialidades clínicas. Detrás de cada cifra se esconde una oportunidad: un paciente que recupera movilidad, una persona que vuelve a ver, un corazón que late con más seguridad, una herida que cicatriza, una vida que mejora.
Este año histórico se enmarca, además, en un contexto de modernización normativa con la entrada en vigor del nuevo Reglamento Europeo sobre Sustancias de Origen Humano (SoHO), que exige altos estándares de calidad, seguridad y trazabilidad. España no solo cumple: se sitúa entre los primeros países en adaptar su memoria anual a estos nuevos criterios comunes, reafirmando su compromiso con una sanidad pública sólida, avanzada y coordinada a nivel europeo.

Un modelo que funciona: datos que avalan un sistema sanitario robusto
La donación de tejidos es una terapia consolidada en España. A diferencia de los órganos, los tejidos pueden almacenarse durante períodos prolongados, garantizando a cirujanos y especialistas la disponibilidad inmediata cuando un paciente lo necesita. La arquitectura nacional para sostener este proceso es amplia: 94 establecimientos autorizados para procesar y almacenar tejidos, 239 centros de obtención y 933 centros de implante repartidos por todo el país.
El volumen de actividad de 2024 demuestra la solidez de esta estructura y la buena coordinación entre comunidades autónomas. De los 7.429 donantes registrados, 4.958 donaron tras su fallecimiento y 1.461 lo hicieron en vida, a los que se añaden 1.010 calotas (piezas de hueso) destinadas a autotrasplantes.
La cifra más relevante no es únicamente el número total, sino el crecimiento sostenido: la donación de tejidos tras el fallecimiento aumentó un 13% respecto a 2023, una tendencia ascendente que refleja tanto la eficacia del sistema como la sensibilidad social hacia la donación.
territorios que avanzan: liderazgo catalán y crecimientos significativos
La contribución de las comunidades autónomas sigue siendo determinante. En 2024, las tasas más altas de donación de tejidos procedentes de personas fallecidas se registraron en:
Cataluña: 253,6 por millón de población (pmp)
Navarra: 106,0 pmp
Comunidad Valenciana: 98,1 pmp
Además, en términos de crecimiento, los avances más destacados fueron los de:
Navarra: +45%
La Rioja: +40%
Madrid: +31%
Estas cifras muestran que el Plan Estratégico Nacional de Tejidos, impulsado por la ONT y adoptado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, está dando frutos de forma homogénea, apoyando a las comunidades con diferentes realidades demográficas y sanitarias.

Tejido osteotendinoso: la donación más numerosa y versátil
El tejido osteotendinoso —fundamental para cirugías ortopédicas, maxilofaciales y procedimientos reconstructivos— fue nuevamente el más utilizado. En 2024, 2.888 personas donaron este tipo de tejido, con participación tanto de donantes fallecidos como de donantes vivos, especialmente quienes se sometieron a una cirugía de prótesis de cadera, origen habitual de las cabezas femorales utilizadas para estos fines.
Los establecimientos de tejidos del país dispusieron de 51.738 unidades destinadas a uso clínico, principalmente:
Matriz ósea: 20.347 piezas
Material óseo de relleno: 17.047 unidades
Gracias a esta disponibilidad, se realizaron 34.333 procedimientos en España, de los cuales:
30.883 correspondieron a cirugía ortopédica y maxilofacial
3.219 a cirugía dental e implantes
238 a otras aplicaciones clínicas
El peso de este tejido demuestra la importancia de seguir promoviendo la donación en vida y reforzando la coordinación entre servicios de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Donación ocular y de piel: recuperar la vista, reparar la vida
En donación ocular, España alcanzó en 2024 una cifra especialmente significativa: 4.765 donantes de córnea o esclera, lo que supone un incremento del 12% respecto es permitieron la realización de 6.845 implantes, principalmente trasplantes de córnea.
En concreto:
3.137 queratoplastias endoteliales
2.347 queratoplastias penetrantes
369 trasplantes lamelares anteriores
La piel, esencial en el tratamiento de quemaduras graves y heridas complejas, también registró avances: 366 personas donaron tejido cutáneo, permitiendo 213 implantes en todo el país. La disponibilidad de piel segura y validada reduce riesgos y mejora drásticamente las posibilidades de recuperación de los pacientes más vulnerables.
La donación pediátrica de válvulas cardiacas: pequeños donantes que generan grandes esperanzas
Uno de los elementos más emotivos del informe es la donación de tejido cardiaco. En 2024, se registraron 260 donantes de tejido cardiaco, entre ellos cinco bebés cuyas válvulas cardiacas pudieron ser utilizadas para salvar vidas, a pesar de que no cumplían los requisitos para donar el corazón completo.
Estas válvulas permiten intervenciones cruciales en cardiopatías congénitas y en cirugías reconstructivas complejas. En total, se realizaron:
198 implantes de válvulas cardiacas
26 reconstrucciones cardiacas
9 intervenciones de otro tipo
La capacidad de aprovechar de forma segura estos tejidos tan sensibles es una prueba de la excelencia técnica de los equipos clínicos y de la sensibilidad inmensa de las familias que, en momentos difíciles, deciden donar.
Segmentos vasculares y placenta: aplicaciones clínicas en expansión
En 2024, 190 personas donaron segmentos vasculares, posibilitando 188 procedimientos en los que se utilizaron arterias o venas para tratar aneurismas, restablecer flujos sanguíneos o reparar estructuras dañadas.
La donación de placenta también experimentó un impulso notable: 775 mujeres donaron tejido placentario, que permitió la realización de 12.040 procedimientos, principalmente en oftalmología. Las gotas de extracto de membrana amniótica —utilizadas en 9.569 aplicaciones— se han convertido en una herramienta terapéutica cada vez más extendida para tratar patologías corneales y favorecer la recuperación ocular.

Un país que avanza unido
La nueva memoria de la ONT no solo recoge datos: establece un estándar europeo, reafirma la coherencia territorial del sistema y evidencia la fidelidad de España a un modelo sanitario basado en la solidaridad.
Año tras año, España demuestra que la coordinación entre administraciones, la innovación regulatoria y la confianza de la ciudadanía son los pilares que permiten al sistema seguir creciendo. La donación de tejidos amplía horizontes, mejora la calidad de vida de miles de personas y fortalece los valores compartidos que sostienen la sanidad pública.
En un contexto global donde la salud pública se enfrenta a desafíos complejos y cambiantes, España vuelve a mostrar que su modelo de donación y trasplantes es una referencia internacional. El año 2024 no será recordado solo por las cifras —las mayores de nuestra historia—, sino por lo que esas cifras significan: un país que sigue eligiendo donar, proteger y cuidar.
El sistema sanitario avanza cuando la ciudadanía confía, cuando las instituciones coordinan y cuando la ciencia y la generosidad se encuentran. España lo ha vuelto a demostrar.


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