En un mundo cada vez más consciente de lo que come y lo que bebe, Lactalis da un paso adelante hacia una alimentación funcional, sin sacrificar lo sensorial.
Por Ehab Soltan
Hoylunes –En un rincón de nuestra infancia, alguien nos sirvió un vaso de leche. Puede que no recordemos la fecha exacta ni el mantel sobre la mesa, pero sí el gesto. Un gesto tierno, esencial. Y quizá por eso, cuando hablamos de alimentos, hablamos también de vínculos, de confianza, de lo que somos. En «Lactalis Group», esa memoria íntima se transforma en visión de futuro: productos que cuidan, que acompañan, que se adaptan al pulso del tiempo sin perder la calidez de siempre.
Contar esta historia es recorrer un puente entre tradición y vanguardia, entre lo cotidiano y lo extraordinario. Porque detrás de cada yogurt, cada queso, cada sorbo de salud, hay una empresa que ha aprendido a escuchar el corazón del consumidor español.
En Lactalis, innovar no es solo desarrollar fórmulas. Es comprender que el bienestar empieza por lo pequeño: un sabor evocador, una textura reconfortante, un envase que dice “te cuido”. Así nació «Puleva Omega 3 Cremosos», una colección de sabores —bombón con avellanas, vainilla suprême— pensada para el paladar contemporáneo que no quiere renunciar a la salud cardiovascular. Con la fórmula mejorada «Proessentia», sin azúcares añadidos, este placer extracremoso convierte el autocuidado en ritual.
Y así también llegó «El Ventero: Unidos por la Ternura», una edición limitada de quesos que invita al país entero a un gesto. Una pegatina amable, una palabra que cambia el día, un sorteo que premia con experiencias y no solo productos. Porque la ternura es, al fin y al cabo, una estrategia revolucionaria.
«Lactalis Group» cultiva relaciones. Con el entorno, con la sostenibilidad, con el consumo informado. Su compromiso con la trazabilidad, el origen local y las economías rurales dignas refuerza un discurso que hoy es imprescindible: el de las marcas que se responsabilizan del mundo que alimentan.
En sus marcas —«Puleva, Lauki, RAM, El Ventero, Flor de Esgueva, Président, Galbani» y muchas más— se percibe una identidad que se ha ido afinando como un instrumento noble: hay autenticidad, hay confianza y hay una escucha constante a los hábitos del consumidor español. Lactalis no impone tendencias; las acompaña. A veces las anticipa.
En un mundo cada vez más consciente de lo que come y lo que bebe, Lactalis da un paso adelante hacia una alimentación funcional, sin sacrificar lo sensorial. Sus propuestas miran a las nuevas generaciones, sin olvidar a quienes siempre estuvieron ahí. Porque el verdadero futuro está en saber combinar ciencia y ternura, eficiencia y emoción.
Y desde «Hoylunes», creemos que este tipo de empresas —las que comprenden que nutrir también es conmover— merecen un espacio permanente en la conversación cultural del país. Por eso esta historia no termina aquí. «Empieza ahora».
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