El Dulce Caballero: Un Recuerdo Inolvidable de la Infancia

Entre sollozos, una dulce voz resonó en el salón. Gabriel, un pequeño caballero, levantó la mano y, con una delicadeza inusual, pidió permiso para comprar dulces a Jazmín, argumentando que no soportaba verla llorar.

 

Por Any Altamirano De la novela (Ojos de Jazmín)

 

Hoylunes – Rememorar la infancia, incluso con sus matices agridulces, revela una de las épocas más preciosas de la existencia. En esos momentos de inocencia y alegría, el alma encuentra consuelo.

Un día, la pequeña Jazmín recibió la noticia de su madre: debía asistir al Jardín de niños para integrarse a clases. Aunque contaba tan solo con 5 años, ya poseía la destreza de leer, escribir y colorear, habilidades que su madre había cultivado pacientemente en casa. Este proceso de aprendizaje, aunque olvidado por Jazmín, se convertiría en una fuente de consuelo en su adultez.

El día tan esperado de asistir a clases llegó, acompañada por su prima Mónica. En aquellos tiempos de la generación «X», los niños solían dirigirse solos a la escuela, y así fue para Jazmín. Al llegar, fue recibida por su maestra, pero algo no le agradó; sintió miedo y las lágrimas brotaron sin control. La maestra, desconcertada, la dejó en un rincón del salón, sin integrarla al grupo ni consolarla.

Entre sollozos, una dulce voz resonó en el salón. Gabriel, un pequeño caballero, levantó la mano y, con una delicadeza inusual, pidió permiso para comprar dulces a Jazmín, argumentando que no soportaba verla llorar. La maestra concedió el permiso y, al regresar, Gabriel ofreció a Jazmín un gesto de amabilidad que cambiaría su perspectiva. Con dulces en mano, le confesó: «No me gusta verte llorar». Los dulces actuaron como un bálsamo, y la atención y amistad de Gabriel se convirtieron en la luz que disipó los temores de Jazmín durante esa semana escolar.

Este tierno gesto, repetido diariamente, se transformó en un recuerdo imborrable en el corazón de Jazmín. Descubrió que la atención y el cariño podían ser antídotos para los miedos infantiles. La afectuosa cortesía de este dulce caballero se convertiría en un faro que la guiaría en su vida adulta, recordándole siempre la belleza de la atención generosa y la amistad sincera #any_altamirano,  #ojos_de_jazmín, #hoylunes,

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