Con ella, entendí que el amor no es un susurro, es un grito contenido en el pecho. Que el deseo no es solo un incendio, es la ceniza ardiendo aún después de la llama.
Por Ehab Soltan…… De (Limonero1) https://2u.pw/l8JTWUjC
Hoylunes – Desde el primer día en que la vi, el mundo pareció inclinarse hacia su luz. Como si el tiempo hubiera esperado siglos para encontrar su nombre, su risa, la forma en que el viento se detenía para rozar su piel. No fue un hallazgo casual, no fue un cruce de caminos. Fue el destino desenrollando su hilo, llevándome inevitablemente a sus ojos.
Ella apareció como un presagio, como un verso que nunca antes había sido escrito. Caminaba sin saber que llevaba dentro de sí la geografía de mi universo. Cada paso suyo es un latido en mi pecho, cada parpadeo un amanecer dentro de mis pensamientos.
¿Cómo no sucumbir ante su presencia? ¿Cómo no perderme en la marea de su aliento, en la forma en que sus manos guardan los secretos del fuego? Es la certeza más absoluta que jamás había sentido.
No le dije desde el primer instante que ella era el inicio de mi historia. No le confesé que su nombre estaba escrito en la arena de mis sueños, ni que sus labios era la única patria que reconocía. En cambio, la miré. La observé con el hambre de quien ve la eternidad en una mirada.
Con ella, entendí que el amor no es un susurro, es un grito contenido en el pecho. Que el deseo no es solo un incendio, es la ceniza ardiendo aún después de la llama. Que no se ama con el cuerpo, se ama con la piel, con la sombra, con el temblor de los pensamientos que se atreven a pronunciar su nombre.
Ella es mi origen y mi destino. En su piel se traza la historia de todas mis victorias y todas mis derrotas. Su aliento es la oración que pronuncio sin darme cuenta. Sus manos son brújulas, y en su abrazo, el universo es un lugar pequeño, íntimo, donde el tiempo deja de existir.
No sé cómo llegué hasta ella. No sé en qué momento su voz se convirtió en la única certeza que reconozco. Solo sé que, desde que entró en mi vida, no hay antes ni después. Solo hay ella.
Y en ella, mi eternidad. #ehabsoltan #limonero1
