Fallece el Hermano Andrés, «el contrabandista de Dios»

El Hermano Andrés, cuyas entregas clandestinas de la Biblia tras el Telón de Acero de la Guerra Fría le valieron el título de «el contrabandista de Dios», y que creó una organización mundial de apoyo a los cristianos perseguidos, falleció el 27 de septiembre de 2022 en su casa de los Países Bajos. Tenía 94 años.

ERMELO (PAÍSES BAJOS) – El fallecimiento del Hermano Andrés, cuyo nombre de pila era Anne Van der Bijl, fue anunciado por su familia en su casa de Harderwijk, Holanda.

El Hermano Andrés estuvo casado durante 59 años con su esposa, Corry, que falleció el 23 de enero de 2018. Vivieron toda su vida en Holanda y les sobreviven sus cinco hijos y once nietos.

La organización que fundó, Puertas Abiertas, tiene 1 400 empleados que proporcionan apoyo espiritual y material a cristianos de más de 60 países que viven bajo amenazas gubernamentales, militares y sociales. A menudo, trabajan tan secretamente como hizo el Hermano Andrés cuando llevó Biblias a los cristianos que vivían bajo el férreo control de los regímenes comunistas.

Ted Blake, director de Puertas Abiertas España dijo: «El Hermano Andrés no sabía que lo que había iniciado se convertiría, 60 años más tarde, en una organización que fuera a beneficiar a más de 2 millones de cristianos perseguidos por año».

Nacido en 1928 entre los pueblos de la península holandesa que se extienden desde Ámsterdam hasta el Mar del Norte, el Hermano Andrés vivió su niñez y adolescencia durante el ascenso del poder nazi en la vecina Alemania y la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. En su juventud, ya en 1946, se unió al ejército holandés para ayudar a sofocar la rebelión en las Indias Orientales holandesas, ahora Indonesia. Regresó a casa en 1949, con un tobillo destrozado por una bala y sin tener ni idea de qué hacer con su vida.

Una creciente devoción a Dios lo llevó a un colegio de formación misionero en Escocia, del que salió en 1955 con una invitación para asistir a un mitin de jóvenes comunistas en Polonia. Allí logró entregar una maleta llena de literatura cristiana y descubrió que las iglesias detrás del Telón de Acero estaban aisladas y necesitadas de aliento.

En los años siguientes, durante sus visitas de regreso a Europa del Este, se encontró con cristianos cuyos líderes, reuniones y acceso a Biblias y a literatura cristiana estaban siendo suprimidos por las autoridades. Su cruce fronterizo en 1957 a Yugoslavia y a otros países tras el Telón de Acero, en un Volkswagen Escarabajo azul brillante relleno de Biblias ilícitas, se conmemora en su autobiografía de 1967 «El contrabandista de Dios», el primero de los dieciséis libros escritos por el Hermano Andrés, que ha vendido más de 10 millones de copias y ha sido traducido a más de 35 idiomas.

El contrabando de Biblias alcanzó su punto álgido en junio de 1981, cuando una tripulación de veinte hombres de Puertas Abiertas entró, al amparo de la oscuridad y en una barcaza construida a medida, en la costa de China. Hicieron flotar un millón de Biblias contenidas en 232 paquetes, cada uno de ellos de una tonelada de peso, a un pequeño y silencioso ejército de cristianos chinos que los esperaban y que los introdujeron en el país.

«Nuestra misión se llama “Puertas Abiertas” porque creemos que todas las puertas están abiertas, en cualquier momento y en cualquier lugar», explicaba a menudo el Hermano Andrés. «Literalmente creo que todas las puertas están abiertas para entrar y proclamar a Cristo, siempre y cuando estés dispuesto a ir y no te preocupes por volver». Sus viajes suman un total aproximado de más de 1 millón de kilómetros y 125 países.

Después de la caída del Telón de Acero, el Hermano Andrés dirigió su atención al mundo islámico, afirmando que la rápida expansión del islam planteaba el mayor desafío conocido para la iglesia cristiana en todo el mundo. Sus viajes se dirigieron principalmente a Oriente Medio y el sur de Asia. Se reunió en privado con líderes de varios grupos fundamentalistas islámicos. Fue una de las pocas figuras cristianas públicas occidentales que acudía regularmente a esos grupos como embajador de Cristo.

Ante la creciente violencia islamista hacia los cristianos en Oriente Medio, el Golfo Pérsico, el norte de África y el sudeste asiático, el Hermano Andrés predicó contra las represalias. «Cuando tenemos una imagen enemiga de cualquier grupo político o religioso o nación, el amor de Dios no puede alcanzarnos para llamarnos a hacer algo al respecto», dijo. Con frecuencia convertía la palabra islam en la sigla «Amo sinceramente a todos los musulmanes» (I Sincerely Love All Muslims, en inglés).

La Reina Beatriz de los Países Bajos nombró caballero al Hermano Andrés en 1993. En 1997, recibió el Premio a la Libertad Religiosa de la Alianza Evangélica Mundial, en reconocimiento a su vida de servicio a los cristianos que sufren y a su pasión por difundir el Evangelio. En 2003, recibió el premio Heritage of Faithfulness de la Asociación Cristiana de Adultos Mayores, en California. Sin embargo, el Hermano Andrés dice que de lo que más se enorgullece es de haber sido nombrado «Hermano de Sangre» de la tribu india Apache en la década de 1980; el nombre apache que se le adjudicó en la ceremonia significa «El que rompe las líneas».

Además de distribuir Biblias en todo el mundo, Puertas Abiertas proporciona desarrollo espiritual, alivio económico, alfabetización y formación profesional, atención postraumática y otros servicios de apoyo en los países donde es más peligroso ser cristiano.

Acerca de Puertas Abiertas

Puertas Abiertas | Open Doors es una entidad religiosa sin ánimo de lucro cuya finalidad es apoyar a los cristianos perseguidos de una forma integral (económica, social, sanitaria, judicial, educacional y espiritual). Fundada en 1955, la organización cuenta con más de 25 oficinas alrededor del mundo y trabaja en más de 60 países. Puertas Abiertas España se constituyó en 1998.

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