Del susurro primitivo a la era digital: el viaje infinito de las palabras con Queissada Comunicación.
Por Ehab Soltan
Hoylunes – El viento cálido de São Paulo acariciaba el rostro de Juliana Queissada mientras caminaba por las calles bulliciosas de la ciudad. A su alrededor, la gente se movía con prisa, cada uno sumido en su propio mundo. Pero ella veía la rutina diaria, historias esperando ser contadas. Fue en ese momento cuando lo comprendió: su destino era darles voz.
—No quiero solo una agencia de comunicación —dijo una noche a su abuela Amalia, mientras compartían un café en la terraza de su casa —. Quiero algo más grande, algo que deje huella.
Amalia la observó con una sonrisa sabia, esa que había iluminado su infancia con cuentos sobre perseverancia y sueños cumplidos.
—Entonces hazlo, Juliana. Pero recuerda algo: una historia mal contada se olvida; una bien narrada, trasciende.
Esa frase se convirtió en su mantra. Cuando fundó Queissada Comunicación en 2017, lo hizo con la certeza de que la comunicación no era solo información, sino un puente entre almas, entre marcas y personas, entre sueños y realidades.
Al principio, nada fue fácil. Juliana y su pequeño equipo trabajaban desde un modesto estudio con paredes cubiertas de bocetos de estrategias, ideas de campañas y post-its con frases motivacionales. Cada cliente que confiaba en ellos, era un paso hacia la consolidación de su visión.
—Necesitamos diferenciarnos —dijo Juliana en una reunión con su equipo—. No somos solo una agencia, somos narradores de historias. Si queremos impactar, tenemos que vivir las historias que contamos.
Fue entonces cuando decidieron adoptar el símbolo del girasol. Un recordatorio constante de que, sin importar las tormentas, siempre buscarían la luz.
Con el tiempo, Queissada Comunicación se convirtió en un referente en relaciones públicas, marketing digital y gestión de crisis. Sin embargo, el éxito trajo consigo desafíos. Un cliente importante los puso a prueba cuando una crisis de reputación amenazó con hundir su empresa. El equipo trabajó días sin descanso, analizando, creando estrategias, gestionando medios.
—No podemos permitir que esto defina su marca —dijo Juliana en una videollamada con el cliente—. La clave no es evitar la crisis, sino transformar la narrativa.
Y lo lograron. La historia cambió, la percepción pública mejoró y Queissada Comunicación demostró ser más que una agencia: un socio estratégico.
Hoy, con oficinas en São Paulo y Barcelona, Queissada Comunicación sigue creciendo. Juliana camina por la sede de la agencia con orgullo, viendo a su equipo debatir ideas, diseñar campañas, crear impacto. La voz de su abuela resuena en su mente: “Una historia bien narrada, trasciende”.
En una reunión reciente, un nuevo cliente preguntó:
—¿Por qué debería confiar en ustedes?
Juliana sonrió, recordando todas las batallas ganadas, los retos superados, las historias que ayudaron a construir.
—Porque no solo contamos historias. Las vivimos, las transformamos y las hacemos eternas.
Y así, con cada proyecto, con cada campaña, con cada palabra bien elegida, «Queissada Comunicación» sigue escribiendo su propia historia, como un girasol que, sin importar las tormentas, sigue buscando la luz.
Más información: https://queissadacomunicacion.es/
La agencia digital | Queissada Comunicacion
Queissada Comunicación, fundada en 2017 por la periodista Juliana Queissada, es hoy una referencia en la construcción de reputación y marcas con ojo digital.
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