Un diciembre de negociaciones intensas en Bruselas destapa un hito estratégico para la flota española: el ministro Luis Planas logra revertir la tendencia de recortes drásticos en el Mediterráneo, asegurando 143 días de faena para la flota de arrastre sin medidas compensatorias adicionales. Al mismo tiempo, se consolidan cuotas cruciales en el Atlántico, incluyendo importantes incrementos en especies de alto valor como el boquerón y el atún rojo, reconociendo así la «inteligencia estratégica» y el compromiso de sostenibilidad de los pescadores españoles.
HoyLunes – El sector pesquero español, uno de los pilares de la cadena alimentaria y la economía costera, ha respirado con un renovado optimismo tras la conclusión del Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea (UE). El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha emergido de dos «largos días de difíciles negociaciones» en Bruselas con lo que califica como «resultados positivos» para las posibilidades de pesca de la flota en 2026. Estos acuerdos, especialmente en el Mediterráneo, representan no solo un respiro económico, sino un reconocimiento tácito a los esfuerzos de sostenibilidad y la «inteligencia estratégica» del sector.
El Hito del Mediterráneo: Reversión de la Tendencia
La noticia más resonante se centra en el Mediterráneo, calificado por Planas como el «objetivo estratégico» de España. La situación de partida era «muy difícil«, con una propuesta de la Comisión Europea que ofrecía solo 9.7 días de pesca, una cifra que el ministro llegó a tachar de «otro planeta» y que, de haberse mantenido, habría comprometido la viabilidad de las 556 embarcaciones de arrastre.
El acuerdo final asigna 143 días de pesca, sin necesidad de nuevas medidas compensatorias más allá de las ya implementadas, como el aumento del ancho de mallas, las puertas voladoras y las vedas espacio-temporales. Planas enfatizó que lo crucial es que «se revierte una tendencia de recortes». Este logro contrasta dramáticamente con el Consejo del año anterior, donde la flota mediterránea solo obtuvo 27 días iniciales, ampliados a 130 únicamente mediante la aplicación de duras medidas compensatorias.
Este «salto muy importante» ha sido posible, según el ministro, gracias a la «inteligencia estratégica» mantenida entre España, Francia e Italia, una unidad que ha permitido que tanto la Comisión como el Consejo reconozcan los esfuerzos de los pescadores. «Los pescadores españoles del Mediterráneo han demostrado que es posible pescar y conservar«, concluyó Planas, defendiendo la imprescindible contribución de la flota a la seguridad alimentaria basada en la sostenibilidad y el bajo impacto de carbono.
Un elemento clave de este pacto es el compromiso del comisario de Pesca, Costa Kadis, de reformar el reglamento del Mediterráneo. Esta reforma, solicitada por los tres países, busca que el establecimiento de las posibilidades de pesca no se base únicamente en la especie biológicamente en peor situación, sino que reconozca la realidad de la pesca multiespecies.
El Atlántico y la Consolidación del Valor
En el Atlántico, las negociaciones también han «cumplido las expectativas«, asegurando importantes cifras en las cuotas para las especies más valoradas en los mercados, lo que refuerza la rentabilidad de las flotas.
Merluza Sur: España mantiene la mejor cuota de la UE, con 10.953 toneladas (el 65% del total), crucial para unas 4.000 embarcaciones que faenan en el Norte.
Anchoa/Boquerón: La pesca con más volumen recibe una excelente noticia, con un incremento del «60%» para el Golfo de Cádiz (hasta 11.639 toneladas) y un aumento del «8%» para el Cantábrico noroeste (29.700 toneladas).
Asimismo, Planas destacó el éxito en el Acuerdo de Comercio y Cooperación UE-Reino Unido, logrando salvar el acceso a la pesquería de besugo con 85 toneladas, a pesar de la propuesta inicial de un TAC 0. Este punto es vital para la viabilidad de unos 80 barcos del Cantábrico que, de otro modo, habrían enfrentado serias dificultades por las capturas accesorias inevitables.
Un Balance Histórico y la Visión de Futuro
Los acuerdos no solo miran al corto plazo. La ratificación del incremento del «17%» en la cuota de atún rojo para el trienio 2026-2028, que asigna a España 7.938 toneladas (1.155 más), refleja la buena evolución biológica de la especie. Del mismo modo, en el Océano Índico, se logró un significativo aumento en la cuota de patudo y, por primera vez, la fijación de una cuota de 84.616 toneladas de atún listado, cifras que garantizan la operación de los atuneros congeladores y la industria conservera.
Estos resultados se obtienen en un contexto de creciente presión internacional por la conservación marina. El hecho de que España, en coordinación con sus socios mediterráneos, haya conseguido «revertir la inercia de recortes» y, al mismo tiempo, obtener «incrementos en cuotas sostenibles» es un testimonio de cómo la ciencia, la política y la voluntad del pescador pueden converger. El compromiso de Planas por reformar el reglamento del Mediterráneo para reflejar la realidad multiespecífica es un paso hacia un marco regulatorio más justo y adaptable.
La pesca, más que una actividad económica, es una compleja alquimia entre el ser humano, la economía y la naturaleza. Los resultados de estas negociaciones en Bruselas son un recordatorio de que la sostenibilidad no debe ser sinónimo de estrangulamiento económico, sino de un «equilibrio negociado y estratégico«. Al reconocer los esfuerzos de selectividad y las evidencias científicas de la recuperación de especies, la Unión Europea valida una ruta de responsabilidad compartida. Este éxito abre una vía para que el sector español, desde las almadrabas de Cádiz hasta los cerqueros vascos y gallegos, siga aportando esa «proteína de excelente calidad» a la cadena alimentaria, demostrando que la lucidez en la mesa de negociación puede garantizar la plenitud del mar.
#hoylunes, #luis_planas, #la_flota_española,
