El hallazgo de caolinita por el rover Perseverance revela un antiguo Marte de lluvias intensas y calidez exuberante, transformando nuestra visión de un desierto helado en un mundo que alguna vez pudo albergar los ingredientes perfectos para la vida.
Por Jorge Alonso Curiel
HoyLunes – El rover Perseverance de la NASA, que aterrizó en el planeta rojo en febrero de 2021, ha encontrado en el cráter Jezero una roca que está cambiando la forma en que entendemos el pasado de Marte. Su composición, rica en un tipo de arcilla llamada caolinita, apunta a que el planeta rojo no siempre fue frío y árido, sino que pudo haber disfrutado de un clima cálido, húmedo y similar al tropical hace miles de millones de años.
En la Tierra, la caolinita se forma únicamente cuando las rocas están expuestas durante largos periodos a lluvias intensas y temperaturas elevadas, condiciones propias de regiones tropicales. Su presencia en Marte sugiere que hubo agua líquida estable durante millones de años y una atmósfera más densa que permitía precipitaciones regulares. Es una imagen radicalmente distinta del Marte actual: un mundo seco, helado y barrido por tormentas de polvo.
Implicaciones para la historia climática y la vida
El hallazgo refuerza la idea de que Marte fue, en su juventud, un planeta potencialmente habitable. Un entorno con agua abundante y temperaturas suaves habría sido propicio para la química necesaria para la vida microbiana. Aunque la roca no demuestra que la vida existiera, indica que las condiciones adecuadas pudieron darse para ello.
Los científicos aún investigan cómo llegó esta roca hasta su ubicación actual, ya que podría haberse formado lejos del cráter y haber sido transportada por antiguos ríos o por el impacto de un meteorito. Sea cual sea su origen exacto, el mensaje es claro: Marte tuvo una historia climática mucho más compleja y dinámica de lo que se pensaba.
Cada nuevo análisis de Perseverance añade una pieza al rompecabezas del pasado marciano. Esta roca, así, actúa como un testigo mineral de una época en la que el planeta rojo pudo parecerse más a una Tierra primitiva que al desierto estéril y desolador que conocemos hoy.
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