De la orden sombría de Herodes a las ‘inocentes palomitas’ de hoy: un recorrido por los siglos para entender cómo la memoria de una tragedia se transformó en la jornada más divertida y burlona del calendario hispano.
Por Jorge Alonso Curiel
HoyLunes – Cada 28 de diciembre, en muchos países de tradición hispana y en otros lugares del mundo, se celebra el Día de los Santos Inocentes, una fecha marcada hoy por bromas, engaños inocentes y noticias falsas con tono humorístico. Sin embargo, detrás de esta costumbre festiva existe un origen profundamente religioso y trágico, ligado a uno de los episodios más dolorosos del cristianismo.

El relato bíblico
El origen del Día de los Inocentes se encuentra en el Evangelio de San Mateo, en el Nuevo Testamento. Según el relato, el rey Herodes el Grande, al enterarse del nacimiento de Jesús —a quien se anunciaba como el “rey de los judíos”— temió perder su poder. Al no lograr que los Reyes Magos regresaran para indicarle el paradero del niño, Herodes ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores, con el objetivo de eliminar al recién nacido Jesús.
A estos niños asesinados se les conoce como los Santos Inocentes, ya que murieron sin culpa alguna. La Iglesia Católica conmemora este hecho el 28 de diciembre, fecha establecida desde los primeros siglos del cristianismo como un día de recuerdo y reflexión.
De tragedia a tradición popular
Con el paso del tiempo, la conmemoración religiosa fue transformándose, especialmente en Europa medieval. Durante la Edad Media, la fecha comenzó a mezclarse con celebraciones paganas y festividades populares, como la Fiesta de los Locos, en la que se invertían los roles sociales y se permitían bromas, sátiras y comportamientos fuera de lo habitual.
Esta combinación dio lugar a una curiosa evolución: un día originalmente solemne se convirtió poco a poco en una jornada de juegos, burlas y engaños sin malicia. En España y América Latina, la tradición derivó en hacer bromas a familiares y amigos, acompañadas de la famosa frase:
“¡Inocente palomita que te dejaste engañar!”

El Día de los Inocentes en distintos países
Aunque el sentido religioso sigue vigente en el calendario litúrgico, el carácter popular de la fecha predomina en muchos países:
• España y América Latina: se realizan bromas personales y mediáticas; incluso algunos medios publican noticias falsas claramente humorísticas.
• México: es tradicional pedir dinero “prestado” como broma, sabiendo que no será devuelto.
• Colombia, Venezuela y Ecuador: las bromas se extienden a redes sociales y medios digitales.
• Francia, Italia y Bélgica: la celebración equivalente es el April Fools’ Day (1 de abril), pero comparte el mismo espíritu de engaño inofensivo.
Un contraste significativo
Lo más llamativo del Día de los Inocentes es el contraste entre su origen doloroso y su celebración alegre actual. Mientras que la fecha recuerda un acto de violencia extrema contra niños indefensos, la tradición moderna apuesta por la risa, el ingenio y la picardía, siempre que no cause daño.
Este contraste también invita a reflexionar sobre cómo las sociedades transforman la memoria histórica, resignificando fechas solemnes en espacios de convivencia y humor.

Hoy, el Día de los Inocentes cumple una doble función: por un lado, mantiene viva una memoria religiosa para quienes practican el cristianismo; por otro, se ha convertido en una válvula social de humor, donde la risa y la sorpresa fortalecen los lazos comunitarios.
Así, cada 28 de diciembre, entre bromas y sonrisas, el Día de los Inocentes nos recuerda que incluso las fechas más trágicas pueden transformarse en oportunidades para compartir.

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