Cuando sanar no implica agotarse: el adiós a las guardias de 24 horas para rescatar la salud de quienes nos cuidan.
HoyLunes – Durante décadas, la imagen del residente exhausto tras 24 horas de servicio ininterrumpido ha sido aceptada como un rito de pasaje inevitable en la carrera sanitaria. Sin embargo, el tiempo no pasa en vano. Hoy, la medicina moderna reconoce que la pericia técnica no puede separarse de la agudeza cognitiva, la cual se degrada inevitablemente ante la falta de sueño. El anuncio del Ministerio de Sanidad no es solo un cambio administrativo; es el reconocimiento de que la calidad asistencial y la formación de excelencia requieren, ante todo, profesionales que trabajen en condiciones humanas.
El Ministerio de Sanidad ha dado el primer paso formal al iniciar el procedimiento de consulta pública previa para modificar el «Real Decreto 1146/2006», la norma que regula la relación laboral de los residentes (MIR, FIR, BIR, EIR, entre otros).

Según el comunicado oficial, el objetivo central es evitar que las jornadas de los profesionales en formación sanitaria especializada superen los límites máximos permitidos. El Ministerio destaca que, desde la entrada en vigor del decreto original hace casi dos décadas, «solo se han introducido ajustes menores, sin abordar aspectos clave como la duración y organización de la jornada laboral, especialmente en lo relativo a las horas de guardia».
La urgencia de esta reforma se fundamenta en la necesidad de alinear la situación de los residentes con la reforma del «Estatuto Marco», que propone eliminar los turnos continuados de 24 horas. Actualmente, este colectivo queda fuera de dicha protección legal, lo que genera una vulnerabilidad normativa que la nueva propuesta busca subsanar. Sanidad subraya que la duración actual de las jornadas «no resulta necesaria ni para el cumplimiento de los objetivos formativos ni para la adecuada atención de los deberes establecidos».

El equilibrio entre formación y descanso
Desde un punto de vista analítico, la reforma aborda una discrepancia histórica entre la normativa española y la «Directiva 2003/88/CE» del Parlamento Europeo. La adaptación de los horarios no es un mero beneficio laboral; es una medida de seguridad pública. Diversos estudios de archivo y reportes de asociaciones médicas han señalado que el riesgo de errores médicos aumenta significativamente tras 16 horas de trabajo continuo.
Al integrar a los residentes en los acuerdos del Estatuto Marco, el sistema de salud busca no solo proteger la salud mental de sus trabajadores, sino también frenar la fuga de talento. En un mercado global competitivo, la capacidad de ofrecer condiciones laborales dignas es la herramienta más eficaz de retención.

Un compromiso con la sostenibilidad humana
Cerrar el ciclo de las guardias de 24 horas implica repensar la logística hospitalaria de forma integral. La reforma plantea un desafío organizativo innegable, pero necesario. Sanar a quien cura es la forma más honesta de cuidar el futuro de la sanidad pública. El éxito de esta transición dependerá de cómo la palabra de los profesionales —quienes tienen hasta el 13 de enero de 2026 para opinar— sea integrada en el texto final.
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