El president Juanfran Pérez Llorca acude a su primer encuentro oficial con Pedro Sánchez portando una agenda marcada por la urgencia de las riadas de 2024, el déficit histórico de financiación y la exigencia de infraestructuras estratégicas para el arco mediterráneo.
HoyLunes –La política de las realidades tangibles se cita mañana en Madrid. En un contexto donde la gestión del territorio y la respuesta a las catástrofes naturales han redefinido las prioridades públicas, el encuentro entre el jefe del Consell y el presidente del Gobierno de España trasciende el protocolo. No es solo una visita institucional; es la puesta en común de las cicatrices de una tierra que busca, en la colaboración entre administraciones, el motor para su recuperación definitiva.
El president de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, acude a La Moncloa con una postura clara: reclamará al Gobierno de España “soluciones inmediatas” a las principales reivindicaciones y necesidades de la Comunitat Valenciana. Según el comunicado oficial, el jefe del Consell demandará una “cooperación y colaboración real y efectiva” para acelerar la reconstrucción tras las riadas de 2024.
Uno de los puntos clave de la reunión será la solicitud de “la activación inminente” de una Comisión Mixta que integre al Gobierno central, la Generalitat, los ayuntamientos, la FVMP y la Diputación de València. Pérez Llorca apelará “al respeto institucional, al diálogo y al entendimiento” mientras exige medidas urgentes en tres ejes fundamentales: financiación, agua e inversiones.
El president ha subrayado que su objetivo es exponer “la situación y las necesidades de nuestra tierra para que se dé cuenta que esta Comunidad requiere de una ayuda inmediata en muchísimas cuestiones”. En este sentido, ha recordado que la Comunitat Valenciana “es la autonomía peor financiada de España”, señalando como prioridad una reforma justa del sistema y la creación de un Fondo de Nivelación Transitorio.
El peso de la historia y la urgencia del presente
La reunión de mañana no puede entenderse sin mirar el archivo de las deudas pendientes. La Comunitat Valenciana arrastra un déficit de financiación que diversos informes del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) han cifrado de forma recurrente como el más agudo del país. La mención de Pérez Llorca al Fondo de Nivelación responde a una demanda técnica que busca equilibrar los recursos por habitante mientras se negocia un modelo de financiación que lleva caducado desde 2014.
Sin embargo, el factor humano y de emergencia domina la agenda actual. La reconstrucción tras las riadas de 2024 no es solo una cuestión de ingeniería, sino de arquitectura institucional. La propuesta de una Comisión Mixta busca evitar el solapamiento de competencias y la parálisis burocrática en un momento donde los municipios damnificados requieren agilidad. La historia administrativa española muestra que las grandes catástrofes —como el caso del Prestige o el terremoto de Lorca— solo se gestionaron con éxito cuando la cooperación fue, como pide el president, «real y efectiva».
En el ámbito de las infraestructuras, la mención al Corredor Mediterráneo y la conexión ferroviaria del aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández sitúa la conversación en el plano de la competitividad económica. Valencia no solo pide por su reconstrucción, sino por su capacidad de seguir siendo un pulmón logístico para España y Europa.
Perspectiva de Estado frente a la crispación
El análisis del discurso de Pérez Llorca revela un intento de separar la gestión de la «crispación política». Al afirmar que estas cuestiones “tienen que estar por encima de la situación política”, el jefe del Consell intenta blindar las necesidades valencianas del ruido partidista. Esta postura es respetada tanto por el funcionario, que necesita directrices claras y fondos, como por el ciudadano, que espera resultados más allá del debate dialéctico.
La mención al bono de transporte y a la atención sanitaria de desplazados añade una capa de complejidad técnica: la necesidad de que las medidas anunciadas por el Gobierno central se coordinen con las competencias autonómicas para que sean aplicables y financieramente sostenibles.
El diálogo institucional es la herramienta más sofisticada de la democracia para resolver asimetrías. Mañana, las paredes de La Moncloa serán testigos de si la voluntad de entendimiento se traduce en calendarios y presupuestos. La reconstrucción de una sociedad tras una catástrofe, sumada al peso de las reclamaciones históricas, exige una altura de miras que convierta la «reclamación» en «solución». En el equilibrio entre la firmeza de las demandas valencianas y la capacidad de respuesta del Estado reside la esperanza de una autonomía que no quiere ser más que ninguna, pero que ya no puede permitirse recibir menos.
#hoylunes, #valencia, #juanfran_pérez_llorca,
