Con «Pronto vendré a buscarte», Javier González Alcocer confirma su compromiso con la narrativa que atrapa, interroga y emociona. Escritor paciente, constante y honesto, ha convertido su pasión en un espacio compartido donde la literatura se vuelve puente entre la imaginación y la vida real. Su tercera novela: es una invitación a leer sin pausa y a escribir sin miedo.
Por Ehab Soltan
HoyLunes – La literatura negra siempre ha sido un refugio para aquellos que buscan entender el caos detrás de la razón, explorar las sombras del alma humana y descubrir, en cada giro inesperado, la fragilidad de nuestra propia existencia. En este universo oscuro, Javier González Alcocer se erige como un maestro en la creación de intrincadas tramas psicológicas. Su novela «Pronto vendré a buscarte» (2018) es una muestra de su talento único para construir suspense y tensionar los nervios del lector, invitándolo a un viaje al límite de la psique humana.
Javier González Alcocer nació en Madrid en 1966, en el barrio de Usera, y desde temprana edad se sintió atraído por dos pasiones profundamente contrastadas: la equitación, en la disciplina de doma clásica, y la literatura, en particular la novela negra. Esta dualidad en su vida lo ha llevado a forjar una carrera literaria sólida, en la que su capacidad para sumergirse en los aspectos más oscuros de la naturaleza humana ha sido su marca distintiva. A través de sus cuatro novelas, «Bolas de naftalina» (2012), «Mortajas en el tiempo» (2014), «Pronto vendré a buscarte* (2018), y «Claroscuro» (2021), ha logrado captar la atención de lectores y críticos por igual, posicionándose como un autor cuyo estilo no deja indiferente.
La novela «Pronto vendré a buscarte» es una historia absorbente que desafía las convenciones del género, también lleva al lector a recorrer los oscuros pasillos de la mente de un asesino en serie. Cada cinco años, con la llegada del verano, un asesino aparece en Madrid, matando a cinco mujeres en el transcurso de cinco días. Este patrón macabro, que parece no tener fin, obliga al inspector Santiago Argentosa y su equipo a sumergirse en una carrera contrarreloj para evitar más muertes. Sin embargo, lo que realmente destaca en esta obra no es solo la trama, sino la profundidad psicológica con la que González Alcocer pinta a sus personajes, creando una tensión constante a medida que la investigación avanza. La novela es, sin duda, una pieza maestra del análisis del comportamiento humano y un viaje perturbador hacia lo más oscuro de nuestra sociedad. Para él, cada obra es una búsqueda personal, un deseo de entender las motivaciones detrás de lo inexplicable, y de contar historias que no solo hagan reflexionar, sino que también hagan sentir.
A través de «Pronto vendré a buscarte», González Alcocer invita a sus lectores a seguir el rastro de un asesino, también a reflexionar sobre el impacto del miedo y la obsesión en nuestras vidas. Y es que, en cada página, la novela nos recuerda que en el misterio, en la oscuridad de la mente, siempre hay una verdad esperando ser desvelada.

Además de su faceta literaria, Javier es un autor multifacético, con una participación activa en el mundo del cine y la televisión. Colabora en el podcast «El Fantasma en la máquina», donde comenta películas y series del género policiaco, ampliando su influencia y su capacidad para analizar la narrativa en diferentes formatos. Pero, más allá de su prolífica carrera y sus logros, es la pasión con la que escribe lo que realmente lo distingue. Cada novela es un reflejo de su dedicación, de su deseo de crear algo duradero, algo que conecte con el lector en un nivel profundo y emocional.
El consejo de González Alcocer para quienes sueñan con escribir y publicar un libro es: “Tenacidad y paciencia”. Dos virtudes que, en su caso, no son teoría, sino aprendizaje vivido. Escribir exige confianza en la propia voz, incluso en los días en los que la historia se resiste o el cansancio vence. “No dejen de creer en su capacidad de contar historias” —dice—, como quien susurra un secreto útil, casi urgente, a quienes están a punto de rendirse.
También nos comparte del error, de esa parte inevitable del oficio que enseña más que ningún éxito. En esta novela, reconoce, se apresuró. Quiso avanzar demasiado rápido en la narración, y al final —como en una ironía del proceso creativo— tardó más tiempo en terminarla. Lo entendió a tiempo: «Pronto vendré a buscarte» es una narrativa con capas, exigente, y merecía ser contada con el ritmo justo para no perder el sentido. Ese es su compromiso: darle a cada historia la profundidad que merece, incluso si eso implica retroceder, rehacer, empezar de nuevo. Como ya ha dicho antes, las críticas —sean dulces o ásperas— forman parte del trayecto, y él las recibe con madurez. Porque escribir, para Javier, no es sólo crear, sino también escuchar, corregir, afinar, volver a empezar.
Javier no teme a la crítica. La escucha con atención, la examina con honestidad y, si encuentra verdad en ella, la convierte en impulso. “Me gusta saber qué no ha gustado y por qué” —confiesa—. Porque en ese ejercicio —el de aceptar, filtrar, aprender— se esconde una de sus claves para seguir creciendo como escritor. Para él, escribir no es una rutina mecánica, es una afición incansable que se alimenta del placer de ver cómo las ideas, esas que surgen casi al vuelo, encuentran su cauce en el papel.
Si le pidieran encapsular su novela en una sola frase, Javier no lo dudaría: “Una historia para que no pares de leer”. Esa declaración breve pero contundente resume con precisión la intención que atraviesa cada una de sus páginas. Y aunque no recurra a rituales excéntricos ni busque la inspiración en lo inalcanzable, hay una belleza cotidiana en su manera de escribir. Lo hace en un salón luminoso, sereno, donde la luz natural acaricia una mesa antigua de madera —su lugar predilecto— y el teclado del portátil espera paciente el regreso a la historia. No hay fórmulas secretas, solo el acto gozoso de sentarse y continuar donde lo dejó, como quien vuelve a una conversación que no quiere terminar. Aunque «Pronto vendré a buscarte» no le regaló anécdotas extraordinarias, comparte con emoción que fue publicada como un regalo de boda para su esposa. Desde entonces, la escritura ha dejado de ser un ejercicio solitario para convertirse en algo compartido, íntimo, familiar.
Javier González Alcocer y su novela «Pronto vendré a buscarte» forman parte del prestigioso proyecto «Detrás de cada libro hay una historia», impulsado por el Consejo Literario Independiente de «Viajes Literarios» y «Drama Social». Esta iniciativa reúne a escritores de distintas nacionalidades con el propósito de celebrar la diversidad de voces que dan forma a la literatura contemporánea. Su publicación inicial en español permitirá que estas historias lleguen primero a los corazones hispanohablantes, antes de abrirse paso en otros idiomas, culturas y geografías, llevando así el mensaje de Javier a nuevas latitudes.
Con «Pronto vendré a buscarte», Javier González Alcocer confirma su compromiso con la narrativa que atrapa, interroga y emociona. Escritor paciente, constante y honesto, ha convertido su pasión en un espacio compartido donde la literatura se vuelve puente entre la imaginación y la vida real. Su tercera novela: es una invitación a leer sin pausa y a escribir sin miedo.
 
			 
                                 
                                