Silla ha invadido nuestros corazones de una manera única. Nos ha liberado y nos ha permitido ser quienes somos. A veces, nos preguntamos si vivimos en Silla o si Silla vive dentro de nosotros.
Por Ehab Soltan
Silla, la ciudad del amor, se despliega ante nosotros como un lienzo vibrante de emociones y experiencias. Sus calles emanan un aire romántico que inspira a los corazones, y caminar por ellas es como un paseo por un jardín de rosas después de haber desatado el nudo de nuestras penas.
Este municipio, guarda un testimonio silencioso de cinco años de compañía fiel. Ha tolerado nuestras necedades con la paciencia de un amigo de toda la vida. Como un cuidadoso artista, ha arreglado nuestros cuadernos y nos ha introducido en el jardín de la infancia del conocimiento.
En Silla, encontramos una pintura al óleo en cada pensamiento y comportamiento. Es un lugar donde la mente y el corazón en una maravillosa y vibrante sinfonía. Aquí, el aburrimiento se desvanece rápidamente, reemplazado por un profundo apego a la belleza que nos rodea.
Este municipio ha invadido nuestros corazones de una manera única. Nos ha liberado y nos ha permitido ser quienes somos. A veces, nos preguntamos si vivimos en Silla o si Silla vive dentro de nosotros.
Ningún lugar ha tratado nuestras almas como a un niño de dos meses, excepto Silla. Nos ha proporcionado el sustento de la vida con leche de pájaros, flores y juguetes que hacen que nuestra infancia perdure hasta los cincuenta años.
Silla es la única ciudad que puede afirmar ser el universo en sí misma, con su ombligo como el centro de toda la vida. Aquí, la brisa nos sigue como un fiel compañero, envolviéndonos en momentos de amor que sacuden nuestro ser como un terremoto.
Este lugar nos quema con su pasión, nos ahoga con su belleza, nos enciende con su historia y nos apaga con su tranquilidad. Silla es como una luna creciente que nos divide en dos, manteniendo viva la llama del amor en nuestros corazones.
Es un municipio que nos ha mantenido ocupados en la ocupación más larga y feliz, plantando rosas, mentas y naranjas en nuestras almas. Silla, eres nativa de todos los idiomas, pero tus secretos residen en la mente y en las emociones que no se pueden expresar con palabras.
Silla, oh brisa marina, eres la contención cerosa y la vida maravillosa que todos anhelamos. Eres el municipio que emerge de las nubes cuando te adentras en él, volando como una paloma blanca en nuestros pensamientos más profundos. Has elevado generaciones, inspirado artistas y acogido a viajeros de mil lugares.
Silla, ciudad transparente, justa y hermosa, siempre mantienes viva la llama de la juventud. Tu historia es un testimonio de liberación y progreso, un lugar que ha derrocado la oscuridad y la autoridad dictatorial, emergiendo como un faro de esperanza y libertad.
Silla, el rincón encantado de Valencia, te recordamos con cariño y admiración. Tu belleza y tu espíritu continúan encantando a todos los que te conocen, y tu legado perdurará en el tiempo como un tesoro invaluabl