Entrevista a Ángeles Díaz: La Celestina Literaria (Parte II)

Ángeles Díaz: Creo que, en ese sentido, se ha dejado de lado la cultura y solo se mira la proyección hacia el éxito económico, y así, nos convertiremos en más pobres y vacíos intelectualmente hablando, sin darnos cuenta de que editores, agentes y autores tenemos una gran esponsabilidad respecto a las generaciones venideras.

Por Ehab Soltan

Hoylunes – Literatura sin márgenes · Entrevistas con alma

 

Segunda parte de la entrevista con Ángeles Díaz

¿Cómo afecta el auge de la autopublicación al trabajo de los agentes literarios?

La característica más evidente de la autopublicación es que, al ser la manera más fácil de publicar (aunque no la más barata en muchos casos), se mezclan buenas obras con libros mediocres y poco interesantes. La labor de los agentes literarios es encontrar esos autores que destaquen por su calidad literaria y que puedan suscitar un interés específico a las editoriales. La autopublicación, en cierto modo, nos favorece, porque las plataformas de venta de libros son un buen lugar para evaluar a los no noveles que te ofrecen su siguiente manuscrito, para estudiar las tendencias del mercado del libro y para captar a aquellos autores que te podrían interesar para satisfacer la demanda de un sello u otro.

¿Qué consejos les daría a los escritores que buscan un agente literario por primera vez?

La función de los agentes literarios es encontrar el sitio adecuado para cualquier buena obra. En El Quijote sin Mancha no solo trabajamos con editoriales grandes, sino con pequeñas e independientes, porque lo que nos interesa es que el autor sienta que su obra está mimada y que ha encontrado una mano amiga para toda su carrera literaria, si así lo desea. En contraprestación, pedimos, como ya hemos citado, humildad y paciencia, mucha paciencia, porque nuestro trabajo no es correr, sino perfeccionar las zancadas para llegar más lejos.

¿Qué géneros literarios tienen más demanda actualmente en el mercado editorial?

Depende de la edad del lector, pero, por ejemplo, entre jóvenes, reina el thriller y el romance, sin duda, que pueden estar combinadas con fantasía (romantasy), histórica (highlanders) o acción. En unas edades más adultas, la novela histórica y la negra sigue teniendo un papel predominante, pero sin olvidarse también del thriller (sobre todo, psicológico) y el chick-lit (novelas protagonizadas por mujeres empoderadas y feministas). Y no hay que desestimar las historias reales e inspiradoras, que cada vez destacan más entre las preferencias modernas.

¿Cómo identifica el potencial de un libro o autor para convertirse en un éxito?

El éxito tiene una buena dosis de suerte y oportunidad, sobre todo, pero también, en muchos casos, de calidad. No hay una fórmula magistral ni una manera de proceder. En El Quijote sin Mancha nos dejamos llevar, es decir, escogemos las historias, de la categoría que sean, que nos llegan al corazón. Si no se cumple esta primera misiva, no hay nada que hacer con el resto.

Nosotros, como hemos mencionado antes, apostamos, sobre todo, por la calidad, tanto en la búsqueda de editoriales, que deben mimar a nuestros autores, como de los propios escritores, que deben ser unos apasionados de la literatura.

¿Ha descubierto algún escritor que luego se convirtió en un referente en la literatura?

Como agencia, aún no nos ha dado tiempo, pero en mi etapa de editora, tuve el placer de trabajar con unos cuantos autores que, en la actualidad, destacan por la consecución de premios y por su prestigio, como José Piqueras (novela negra) o Lola Fernández (novela costumbrista), entre otros.

¿Cómo maneja el equilibrio entre el talento y la viabilidad comercial de un manuscrito?

El equilibrio se busca mediante el trabajo en tándem con la editorial a la que queremos presentar un manuscrito. Podemos partir de unas intenciones y posiciones un tanto distanciadas, ya que nosotros nos centramos más en la búsqueda del confort para el autor y su obra que en el éxito de venta, pero, mediante una buena criba, tanto de autores como de editoria les, y buenas dosis de confianza, se pueden alcanzar metas que parecían imposibles. Lo importante, como se diría hoy, es conseguir un buen match autor-editorial.

¿Cuáles son las mayores tendencias que observa en el mundo editorial hoy en día?

Ante todo, quiero destacar la forma de hacer difusión de una obra, con el apoyo ya indiscutible de la inteligencia artificial, pero también de la innovación en el diseño de portadas, por ejemplo. Las redes sociales, los clubes de lectura o las multifuncionalidad de librerías y bibliotecas favorecen la apertura de nuevos espacios de encuentro entre lectores y autores, que benefician como nunca a ambas partes.

¿Cree que la inteligencia artificial y la tecnología afectarán el papel de los agentes literarios en el futuro?

Seguro que nos tendremos que ir adaptando a las tecnologías emergentes, como la IA. De hecho, son ya herramientas de nuestro día a día, pero esa adaptabilidad nos ayudará a llegar más lejos y ser más eficaces, tanto en la búsqueda de editorial como de autores. No obstante, las reuniones para llegar a acuerdos comerciales, la criba, la valoración profunda de una obra, etc. aún son campos en los que la mente y la sensibilidad humana se hacen imprescindibles. Por otra parte, a pesar de que la IA ya se utiliza en varios campos de la edición, no sustituirá la mano humana ni, mucho menos, su necesidad de escribir.

¿Cómo ve el futuro del libro impreso frente al crecimiento de los libros electrónicos y audiolibros?

Los libros electrónicos y audiolibros van ganándole terreno a los de papel, es indiscutible, pero yo veo su avance de una forma positiva, ya que, no en vano, están alineados con una mayor conciencia sostenible y de impacto medioambiental. Es la forma óptima de reducir el impacto y la huella de carbono. Lo importante, al fin y al cabo, es seguir disfrutando de una buena lectura y el formato queda en un segundo plano: los audiolibros nos permiten hacer varias actividades diarias mientras «leemos» y los ebooks, entre otras cosas, cuidan de nuestra salud (son buenos para nuestra espalda ¿no crees?).

¿Qué cambios le gustaría ver en la industria editorial para mejorar las oportunidades de los escritores?

Me gustaría que habláramos de tendencias hacia la calidad literaria. Es una lástima que se rechacen obras de muy alta calidad porque no cuadra con un catálogo determinado o alguien decide que no son viables económicamente hablando.
Es cierto que hay muchas editoriales que, hoy día, hacen de la calidad su punto diferenciador, por delante de esa potencial viabilidad comercial que viene más o menos avalada por el perfil del autor, pero aún hay demasiados sellos que solo buscan los beneficios económicos, con el consiguiente abandono, si se llegan a publicar, de esos buenos autores que no consiguen llegar a las cifras «adecuadas» de ventas.

Por otro lado, las empresas de coedición solo buscan también el aprovechamiento económico del autor, antes incluso de la publicación de la obra, con precios ilógicos y promesas que nunca se cumplen, lo que repercute en que agencias como la nuestra reciban a autores cada vez más frustrados, indecisos y reticentes a publicar con editoriales de corte clásico. Creo que, en ese sentido, se ha dejado de lado la cultura y solo se mira la proyección hacia el éxito económico, y así, nos convertiremos en más pobres y vacíos intelectualmente hablando, sin darnos cuenta de que editores, agentes y autores tenemos una gran esponsabilidad respecto a las generaciones venideras.

Si pudiera darle un solo consejo a un escritor que sueña con publicar su libro, ¿cuál sería?

Le diría que se aferre a una mano profesional y no tenga miedo.

¿Qué libro representado por usted ha tenido un impacto especial en su carrera?

Aún no puedo hacer balance, pero, por ser el primero, Me llamo Alan y estoy muerto, de Beatriz Sánchez Ocampos, creo que ha dejado ya una huella indeleble en El Quijote sin Mancha.

¿Cómo define el éxito en el mundo editorial y qué papel juega un agente literario en ese camino?

Yo miro el éxito desde la perspectiva del prestigio. El agente literario, mediante su trabajo de criba, pulición, presentación y cuidado no puede prometer a ningún autor que lo convertirá en bestseller, pero sí puede proporcionar grandes dosis de prestigio a cualquier sello editorial y, por supuesto, a sus escritores, tanto los ya representados como los que están por venir a formar parte de nuestros Quijotes.

Si pudiera representar a cualquier escritor de la historia, vivo o no, ¿a quién elegiría y por qué?

Almudena Grandes. Siempre cuento que es la única autora de este país que he odiado con más amor en toda mi vida. Me encontraba leyendo El corazón helado junto a mi pareja y, en un arrebato de odio apasionado, lo tiré contra la puerta mientras gritaba: «¡No se puede escribir mejor!», frase que contenía en sí misma toda mi frustración, envidia, orgullo por conocer sus libros e infinita devoción hacia su forma de escribir.
Ojalá, entre los autores representados de El Quijote sin Mancha, se encuentre la persona que ocupe un lugar a su lado.

#hoylunes, #angeles_díaz,

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