Pero no es solo la evolución la que entra en juego. La llegada de un bebé cambia fundamentalmente la identidad de una pareja.
Hoy Lunes (Especial) – La llegada de un bebé a la vida de una pareja puede ser un acontecimiento maravilloso, pero también trae consigo cambios profundos, y uno de los aspectos que a menudo se ve afectado es la vida sexual. Según un reciente informe de la revista Archives of Sexual Behavior, las parejas casadas tienen ahora menos relaciones sexuales que las personas solteras, con un promedio de unas 55 veces al año. Esto plantea la pregunta: ¿por qué disminuye el deseo sexual después de tener hijos?
Las tensiones financieras, la adicción a los teléfonos inteligentes, los horarios repletos de actividades infantiles y las noches de Netflix son solo algunas de las teorías que se barajan. Sin embargo, la respuesta puede estar arraigada en la evolución misma de nuestra especie.
Paul Hokemeyer, terapeuta familiar y matrimonial en Nueva York, señala que las razones detrás de este cambio son de naturaleza evolutiva. El costo físico y emocional de tener un bebé es agotador. Desde una perspectiva darwinista, tiene sentido que las parejas quieran evitar el sexo durante los primeros meses o incluso el primer año de vida del bebé. El sexo puede llevar a otro embarazo, lo que podría distraer la atención y la energía de cuidar al nuevo miembro de la familia.
Pero no es solo la evolución la que entra en juego. La llegada de un bebé cambia fundamentalmente la identidad de una pareja. Matthew D. Johnson, profesor de psicología, apunta que las parejas románticas se convierten en co-padres, y este cambio de identidad lleva a un reordenamiento de prioridades. Las necesidades del bebé se vuelven urgentes y primordiales, desplazando la atención de las parejas hacia la crianza y el bienestar del niño.
Estos cambios, combinados con la falta de sueño y la necesidad de estar constantemente pendientes del bebé, pueden llevar a una menor satisfacción en la relación y, por ende, a menos actividad sexual.
Entonces, ¿qué pueden hacer las parejas para luchar contra esta espiral descendente en su vida sexual? La respuesta no es forzar el acto sexual, especialmente en los primeros meses después del parto. En lugar de eso, la atención debe centrarse en el autocuidado y la conexión emocional.
Abrazarse, besarse y masajearse mutuamente pueden ser formas efectivas de mantener la intimidad y la cercanía emocional mientras se atraviesan los desafíos de la paternidad. Al enfocarse en cuidarse a sí mismos y cuidar de su relación, las parejas pueden superar este período tumultuoso y encontrar su camino de regreso a una vida sexual satisfactoria.
Es importante recordar que cada pareja es única, y lo que funciona para una puede no funcionar para otra. La comunicación abierta y honesta es fundamental, y buscar el apoyo de un profesional de la salud mental o terapeuta de parejas puede ser beneficioso si la falta de actividad sexual se convierte en un problema persistente.
Descargo de responsabilidad: Los consejos en HoyLunes.com no sustituyen la consulta con un profesional médico ni el tratamiento para una afección específica. Si tienes preocupaciones sobre tu salud sexual o tu relación, es importante buscar la orientación de un profesional de la salud o terapeuta de parejas calificado.